La conducta es una forma de comunicación. Puede ser común que las personas que viven con demencia exhiban cambios de conducta. Ciertas conductas pueden ser un intento de expresar incomodidad, angustia emocional o dolor causado por alguna razón. Busque señales tempranas o causas de las conductas (conocidas como detonantes). Al identificar los detonantes, se pueden abordar mejor antes de que se agraven. Intente no ignorar el problema – hacer nada podría empeorar las cosas. Primero enumeraremos las causas, y luego las conductas comunes en la demencia.

Causas comunes (o detonantes)

Dolor físico
Necesidades no satisfechas – como hambre o sed
Muy poco descanso o sueño
Estreñimiento o ropa interior sucios
Infección del tracto urinario
Cambios repentinos en rutinas, cuidadores o entornos
Aburrimiento
Soledad y depresión
Interacción de medicamentos
Sentimiento de pérdida – a la persona le podría hacer falta tener la libertad de conducir o la compañía de su pareja difunta
Ruidos demasiado estimulantes
Presión no deseada de otras personas – que le pidan realizar tareas básicas como bañarse, o que le pidan repetidamente recordar detalles o memorias

Conductas comunes en la demencia

Agitación: Inquietarse, pasearse por la habitación, gritar
Agresión: Discusiones verbales, amenazas de lastimar físicamente a otros o a si mismo
Alucinación: Ver, escuchar, oler, degustar o sentir algo que no está ahí
Delirar: Creer que algo es cierto, cuando no lo es
Paranoia: Creer que los demás te están robando o mentirle a los demás, decir que los demás “están detrás de mi”
Rebuscar o esconder cosas: Buscar cosas perdidas, acumular cosas para “mantenerlas seguras”, organizar cosas, colocar cosas en otros lugares
Al atardecer: Inquietud en la tarde o al entrar la noche, irritabilidad o confusión
Negarse a completar una tarea: Negarse a realizar higiene personal, comer, tomar medicamentos

Consejos para abordar conductas

Use las estrategias de comunicación para validar las emociones detrás de lo que dice la persona, incluso si es una fantasía
Use el humor cuando pueda para que alguna actividad sea lo más placenteras y cómoda posible
Permita que la persona mantenga la mayor cantidad de control posible sobre su vida, ayudándolo con la tarea, pero sin realizarla por ellos
Crear una rutina diaria para que la persona sepa cuando van a suceder ciertas cosas
Junto a las actividades, incluir tiempos en silencio durante el día
Mantenga los objetos y fotografías familiares cerca, para ayudar a la persona a sentirse más segura
Toque música tranquilizante, leer un buen libro o dar un buen paseo
Reconforte a la persona diciéndole que están seguros y que está ahí para ayudar
Reduzca los ruidos, desordenes o la cantidad de personas en la habitación
Limite la cantidad de cafeína, azúcar y “comida chatarra” que la persona coma o beba
Inspeccione la casa para conocer si tiene áreas donde la persona pudiera esconder cosas
Encienda las luces y cierre cualquier cortina o persiana antes del atardecer para minimizar las sombras
Pregunta a su doctor si algún medicamento ayudaría a reducir o evitar síntomas de agitación o agresión
Encuentre razones para halagar a la persona sobre quien es, lo que contribuye y las habilidades que tiene

Manejo de conductas

Hable con el doctor de la persona si nota cambios repentinos en la conducta. Las infecciones pueden ser algo común y podrían ser la causa de síntomas psiquiátricos o conductas agresivas. Una evaluación médica a fondo podría identificar qué más podría estar causando los síntomas inusuales. Los medicamentos están disponibles, sin embargo, primero se deben intentar cambios en el entorno antes de usar medicamentos para tratar algunos de los síntomas conductuales. Si la personas está agresiva, protéjase y proteja a los demás. Si debe hacerlo, mantenga una distancia segura de la persona hasta que la conducta se detenga, o llame al 9-1-1. Llámenos, nuestro equipo de asesores de cuidados clínicos están disponibles para guiarlo a través de cualquier situación o con cualquier pregunta que pudiera tener.

Llámenos al 858.492.4400 para hablar con un asesor de atención clínica y aprenda sobre recursos para la pérdida de memoria. Tenemos grupos de apoyo para cuidadores y clases educativas. También puede suscribirse a nuestro boletín por correo electrónico para mantenerse actualizado con clases, programas, noticias, y más.

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