Mi nombre es María, una estudiante de Ciencias Biomédicas con una asignatura secundaria en Psicología de la Universidad del Sur de Florida, y una voluntaria en Alzheimer’s San Diego. Comenzé a trabajar con la organización como Compañera Voluntaria en julio del 2020, y después de haber servido en esta posición por casi un año, recientemente he cambiado de rol y ahora soy voluntaria en el departamento de Marketing y Comunicaciones.
A pesar de no tener una conexión directa con alguien que viva con la enfermedad de Alzheimer, verdaderamente creo que esta es una causa que vale la pena apoyar de cualquier manera posible. En el 2020, mientras buscaba una forma significativa de ayudar a la comunidad, encontré el programa de voluntariado virtual de Alzheimer’s San Diego y no dudé en aplicar para unirme a él. Afortunadamente, fui aceptada en el programa, y ahora sé que mi decisión de hacer parte de la organización fue la correcta, dado que he podido conocer y trabajar con personas maravillosas.
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Fui asignada a dos individuales con enfermedad de Alzheimer en distintas ocasiones a lo largo de los meses en los que estuve en esta posición. Entre mis partes favoritas de esta labor estaban aquellos momentos durante nuestras llamadas semanales en los cuales los hacía reír. A pesar de que aquello suena muy simple, saber que ellos estaban divirtiéndose y disfrutando las visitas era muy gratificante. De hecho, una de las cosas en particular que me hizo sentir bien por mi trabajo de voluntaria fue cuando, durante nuestra llamada semanal, uno de mis compañeros me agradeció por ser su amiga y por permitirle compartir los recuerdos que aún conservaba. Saber que una simple llamada telefónica podía traerle tanta alegría a alguien me hizo muy feliz; con eso, también aprendí lo importante que nuestra labor es para nuestros compañeros, y que estar ahí para escucharlos puede contribuir de manera muy positiva.
A parte de esto, algo muy interesante de haber sido Compañera fue que las personas a quienes fui asignada amaban contarme historias acerca de muchas cosas que hicieron cuando eran jóvenes, como sus ocupaciones profesionales, dónde crecieron, y otros asuntos que eran valiosos para ellos. Siempre disfruté poder estar allí para escuchar las historias sobre los aspectos que mis compañeros consideraban más importantes, y me sentí muy feliz y afortunada al saber que ellos estaban en la capacidad y disposición de compartir tanto acerca de sus vidas conmigo.
En mi nuevo rol de voluntaria en el departamento de Marketing y Comunicaciones, tendré la oportunidad de, entre otras cosas, traducir contenido del sitio web de Alzheimer’s San Diego del inglés al español para así poder hacerlo más accesible para una mayor parte de la población. Estoy muy emocionada por continuar ayudando en la organización, y, dado que he tenido una experiencia tan asombrosa, yo definitivamente recomendaría participar en el programa de voluntariado de Alzheimer’s San Diego.
Estamos aquí para ayudar: Para comenzar, llame al 858.492.4400 y pida hablar con un experto en la demencia.